Nuestra historia
Ocho generaciones de artesanos
Cerámica Granados es una empresa con una larga trayectoria, los actuales artesanos de la empresa, Isidoro y Araceli Granados Pérez, somos la octava generación en nuestra familia dedicada profesionalmente a la fabricación de cerámica.
Nuestro padre Isidoro Granados Luque tras una vida completa dedicado a la alfarería, ha sido nombrado Maestro Artesano Alfarero, por la Junta de Andalucía. Nosotros hemos continuado con esta tradición familiar. Hemos aprendido el oficio desde pequeños viendo y viviéndolo desde niños en la casa taller de la familia. Accediendo a los conocimientos y misterios del barro en un aprendizaje diario a lo largo de los años durante la niñez y juventud.
El trabajo diario está enfocado a los trabajos personalizados para nuestros clientes, además de seguir realizando la alfarería tradicional de Lucena, ya que es la que le da seña a nuestra marca (apellido).
Nuestras piezas son totalmente artesanales, hechas y decoradas totalmente a mano, lo que le da un carácter único, dándole un valor añadido.
En nuestra tienda y taller realizamos visitas guiadas, poniendo al alcance del visitante todos los secretos y métodos de trabajo, donde además pueden experimentar el contacto con el barro.
Nuestro taller
Años de tradición
Nuestro taller está ubicado en crta. Córdoba Málaga km 75.5 (antigua nacional 331), el horario es de lunes a viernes 9 a 13:45 y tardes de 15:30 a 20:00, y sábados en horario de mañana.
En nuestro taller tenemos una tienda exposición donde ofrecemos a todos nuestros clientes, nuestros productos desde las tradicionales piezas como: Perula, Orza, Lebrillos, con los colores característicos el ocre del barro y el verde cobre, además de todo tipo de piezas para jardinería, platos decorativos, apliques para decoración, rótulos por encargo.
El barro
Materia prima autóctona
El barro utilizado en la cerámica de Lucena es una arcilla autóctona de la zona, destacando el color claro y poca porosidad.
El proceso de producción de nuestros productos es el que se utiliza desde siempre generación tras generación en la alfarería.
Empezamos por el acondicionamiento del barro, ya que nuestros barro es una materia prima extraída de una cantera de nuestro pueblo, y lo preparamos mediante maquinaria para una mayor rapidez, en la que hacemos una mezcla de agua y barro hasta llegar a un estado de caldo para poder pasarlo por un tamiz y quitarle las impurezas. Después, mediante una bomba de presión y unas placas, le quitamos el exceso de agua y ya tendríamos el barro preparado para trabajarlo en la rueda.